UNICIDAD

INTRODUCCION

La doctrina de la Unicidad es creída por millones de personas a nivel mundial, no hay número exacto ya que son varias las organizaciones religiosas que tienen y practican esta "Doctrina Fundamental" como parte de sus enseñanzas. Esta enseñanza, para la religión moderna surge del Pentecostalismo, cuyo movimiento nace del famoso "Avivamiento de la Calle Azuza"; aunque la doctrina de la unicidad para los que la conocen y practican, nace de la misma esencia de Dios y es demostrada por las escrituras de principio a fin.

Las características relevantes de la Doctrina de la unicidad son:


La unicidad parte su doctrina de muchos textos bíblicos, entre ellos están:


En este estudio partiremos desde las escrituras, analizando el protestantismo, pentecostalismo, y las diferencias entre la Unicidad y doctrinas universales.

DEIDAD

Explicar la Unicidad de Dios es tarea fácil, lo que probablemente sea complicado es entenderlo, y las mismas escrituras nos confirma que aunque su esencia misma haya sido revelada, no todos creen.

El apóstol Juan al escribir el Evangelio (Juan 12:37-45) explica "...Pero a pesar de que había hecho tantas señales delante de ellos, no creían en él; para que se cumpliese la palabra del profeta Isaías, que dijo: Señor, ¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y a quién se ha revelado el brazo del Señor? Por esto no podían creer, porque también dijo Isaías: Cegó los ojos de ellos, y endureció su corazón; Para que no vean con los ojos, y entiendan con el corazón, Y se conviertan, y yo los sane. Isaías dijo esto cuando vio su gloria, y habló acerca de él.  Con todo eso, aun de los gobernantes, muchos creyeron en él; pero a causa de los fariseos no lo confesaban, para no ser expulsados de la sinagoga. Porque amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios. Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió; y el que me ve, ve al que me envió...". Aunque muchas personas vieron físicamente a Jesus durante su ministerio, no le recibieron por temor a dejar de ser parte de un grupo, una multitud, e incluso de una organización religiosa que, aunque habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. (Romanos 1:21). Si esto sucedió con Jesús cuando en su humanidad estuvo rodeado de miles de personas, que le vieron, le conocieron, le escucharon, cuánto más aún en estos tiempos no aceptarán a Dios, a quien no ven, ni conocen, aunque hayan escuchado de su existencia, de su naturaleza, por no querer recibirle ni aceptarle, nublan su entendimiento y son llevados cautivos de sus pensamientos erróneos; pensamientos que viene de parte de aquel "príncipe de este mundo" al cuál aunque no le ven le aceptan, más que aquel de quien proceden todas las cosas.

La sabiduría de Dios ha sido dada por medio de las escrituras; Proverbios 9:10 - El temor de Jehová es el principio de la sabiduría. Para adquirirla debemos tener temor de Dios, y cuando analizamos los textos bíblicos encontramos que no es "temer a Dios" en lo que a sabiduría se refiere, sino del "temor de Dios"; que es el sentido de respeto, sumisión, conocimiento, aceptación de Dios; en pocas palabras: aceptar, conocer y someterse a Dios es alcanzar sabiduría. Conocer a Dios no es simplemente leer las escritura sino estudiarlas, así es como crecemos en conocimiento y sabiduría, logrando entender su deidad, la cual Dios mismo revela.

La deidad de Dios es la esencia, la naturaleza propia de Dios. Encontramos atributos y/o características únicas y reales de su poder, es por ello que se le rinde culto, se le adora y se le considera el ser supremo por encima de toda deidad. Deuteronomio 10:17 "...Porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible..."

Cuando nos referimos a Dios como deidad, estamos aceptando su esencia (Santo, Digno, Divino, Sagrado, Temido, Respetado, Puro, Real), esa esencia que revela las escrituras y nosotros en el entendimiento adquirido conocemos y vivimos, pues todos los que hemos experimentado un encuentro sobrenatural con Dios podemos testificar de su existencia, muchos han recibido milagros, bendición, provisión, protección, libertad, entre otras cosas más, creyendo recibirlas de Él; hace que coloquemos a Dios por encima de todas las cosas, y por medio de las escrituras encontramos esta verdad:

S. Marcos 12:29-30

Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Éste es el principal mandamiento.

S. Mateo 6:33

Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

¿Cuáles cosas? Jesús hablaba sobre el afán de la comida, el vestido; y es una verdad que hoy día vivimos, donde personas se afanan por estas cosas que son materiales (usando el buen el sentido de la palabra) y aunque son necesarias, no son más importantes que la vida y que el cuerpo; por eso los compara con los cuervos, los lirios, la hierba que son naturaleza creada por Dios y Él mismo provee para su crecimiento y desarrollo; ¡Cuánto más nosotros! siendo su creación especial (pues sopló su aliento de vida, es decir, su espíritu sobre nosotros) nos dará lo necesario para vivir en paz. Por eso nos enseña que le busquemos a Él en primer lugar, y esa búsqueda se relaciona con conocerle, entenderle, y es allí cuando encontramos su esencia divina, su deidad.

El apóstol Pablo entendiéndolo y conociéndolo, escribió a los colosenses acerca de Jesús (Col. 2:9) que en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad. Y también a los romanos (Rom 1:20) Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.

Dios, el creador de todas las cosas declara su deidad al mostrar su creación, tumbando toda teoría científica de evolución, la cual afirma que somos producto del cambio genético a través de generaciones, originándose nuevas especies con un ancestro común, siendo absurdo su contexto histórico y lógico. Todo animal con el suficiente tiempo y dedicación puede domesticarse, inclusive los animales cuando nacen en el entorno humano aprenden a diferenciar una voz de mando y más aún cuando ya sus anteriores dan ejemplo a la criatura a obedecer esa voz. Los perros criados en ambientes domésticos le dan ejemplo a sus cachorros a obedecer la voz de su amo, si un cachorro no ve ese ejemplo no lo acata; a diferencia si nace en un ambiente salvaje. Esto sucede con perros, gatos, delfines, leones, tigres, osos, elefantes, jirafas, pingüinos, tiburones, ballenas etc., animales de distintas especies que fueron sacados de un ambiente salvaje y han sido domesticados ya sea para convertirlos en mascotas, o ser parte de un negocio llámese circo, acuario, etc.; la generación que surge de ellos toma ejemplo de los estilos de vida y aunque su antepasado sea común, el aprendizaje a partir de esa generación cambia; si éstos que han cambiado durante el tiempo volvieran a su ambiente real u original, entonces no habría diferencia entre el salvaje y el domestico. Nosotros no procedemos del mono, como la teoría de la evolución afirma, y si usted apreciado lector lo considera real, entonces imagínese en la jungla, si ese ambiente haría que su pelaje y sus rasgos se vuelvan iguales que el salvaje; jamás sucederá, ni pasando miles de generaciones; los seres humanos somos creación directa de Dios (Gen 1:27), hechos a imagen y semejanza del altísimo, Dios de todas las cosas, de quien hemos recibido el conocimiento, sabiduria, inteligencia (Prov. 2:6), adquirido conciencia por el soplo de su Espíritu (Gen 2:7). Es por ello que afirmamos que Dios es Creador, con un poder único: dueño de la vida.

La deidad de Dios se ha hecho visible en nuestros cuerpos, tanto que ni la misma ciencia es capaz de deducir el concepto de la concepción, los cromosomas; y a través del tiempo muchísimos testimonios médicos de enfermedades que desaparecen sin dejar rastro, algo que a sus mentes y en su entendimiento les es de asombro, pero por medio de las escrituras y conociendo a Dios, entendemos que Dios mismo fue el autor de nuestro cuerpo, formados por su mano y voluntad (Gen 2:7) escogidos y planificados en la eternidad desde antes de la formación del mundo (Efe 1:4), a cada uno se nos es dado un cuerpo que aunque cumple con características similares se diferencian visiblemente en lo externo uno del otro, es por ello que tumba todo argumento teórico que se manifiesta en contra de la creación de Dios.


2 Pedro 1:3-7

Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.


Es por ello que el conocimiento "no adulterado" que se tenga de Dios, será base fundamental para conocer su deidad, y entender que a nosotros, los que seguimos esta línea, nos espera según la fe, una esperanza gloriosa: ser partícipes de la naturaleza divina.

ATRIBUTOS

Dios muestra al mundo sus atributos, aquellos aspectos que lo caracteriza y diferencia del resto de deidades; no es que existan otras u otros dioses, sino que personas guiadas por el príncipe de este mundo (Satanás), han creado para suplantar, desviar la atención y hacer que se quite la mirada hacia Dios. Esto no de ahora; en la historia conseguimos que cuando Moisés sube al encuentro en el Monte Sinaí, el pueblo de Israel fue impaciente pues tardaba en descender, y se hicieron dioses, un becerro de oro (Éxodo 32) aquello que aprendieron en el tiempo de la esclavitud en Egipto, después de 430 años la generación se había corrompido y siempre anhelaban regresar a tierra esclava.

Aunque el hombre siempre ha buscado la manera de ir en contra de lo que Dios es y representa, sus atributos son únicos e irrefutables.

OMNISCIENTE

Es el conocimiento de todas las cosas, todo lo sabe.

1 Juan 3:20 "...mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas..."

Salmos 139:3-4 "...Y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda..."

Hechos 1:24 "...Tú, Señor, que conoces los corazones de todos..."

OMNIPRESENTE

Es la cualidad de estar presente y delante en todas partes, esta en todo lugar.

Jeremías 23:24 "...¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra?..."

Proverbios 15:3 "...Los ojos de Jehová están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos..."

Salmos 139:7-8 "...¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás..."

OMNIPOTENTE

Que todo lo puede hacer, que no tiene ningún tipo de dificultad, es todopoderoso.

Génesis 17:1 "...Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto..."

Apocalipsis 1:8 "...Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso..."

Job 37:23 "...Él es Todopoderoso, al cual no alcanzamos, grande en poder..."

ETERNO

No puede ser medido, no tiene principio, no tiene fin, es inmortal.

Isaías 44:6 "...Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios..."

Isaías 40:28 "...¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra?..."

Génesis 21:33 "...e invocó allí el nombre de Jehová Dios eterno..:"

Deuteronomio 33:27 "...El eterno Dios es tu refugio..."

Apocalipsis 1:8 "...Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso..."

PERFECTO

Es completo, no tiene fallas, no tiene errores, es pleno.

2 Samuel 22:31 "...En cuanto a Dios, perfecto es su camino..."

S. Mateo 5:48 "...Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto..."

Deuteronomio 32:4 "...Él es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él; es justo y recto..."

SANTISIMO

(SANTO, SANTO, SANTO)

En el hebreo y el griego la palabra Santísimo no existe, por ello las escrituras para referirse al ser más santo lo especifica como "Santo, Santo, Santo", por medio del cual tenemos acceso al lugar santísimo.

Proverbios 9:10 "...Y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia..."

Apocalipsis 4:8 "...Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso..."

Isaías 6:3 "...Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria..."




TITULOS DE DIOS

En las oportunidades que se preguntó a Dios por su nombre, no deja en claro una respuesta:


En la Biblia conseguimos varios títulos con los cuales conocían a Dios; algunos le dicen también "nombres de Dios" aunque su nombre, Él mismo dijo que daría a conocer:

ADONAI

MI SEÑOR

Es el sustituto rabínico del Tetragrámaton. Es una forma enfática de la palabra “Adon”, que significa “amo” o “señor”. Adonai se traduce usualmente como “Señor ó mi Señor”. Se usa aproximadamente 450 veces. “Vi a Adonai (el Señor) sentado en un trono, alto y levantado, y sus faldas llenaban el templo” (Isaías 6:1).

ELOHIM

UNICO DIOS

Es el nombre más comúnmente traducido como “Dios”. Se usa más de 2,300 veces en las Escrituras para referirse al Dios de Israel. Elohim es inusual puesto que es plural y puede traducirse como “dioses”. Éxodo 12:12 se refiere "todos los elohim (dioses) de Egipto.". Aunque se usa para el único Dios de Israel abre la puerta para la revelación de la naturaleza plural o múltiple, pero sin embargo singular de Dios, que se revela más aún en el resto de las Escrituras. Elohim se puede combinar con otras palabras. Eloah también lo conseguiremos en las traducciones hebreas y éste representaría lo singular de Elohim, es usada 50 veces en la biblia 

ELAH

DIOS

Es otro nombre que se traduce como “Dios”. Se usa 70 veces en las Escrituras. Se puede combinar con otras palabras para que se enfaticen diferentes atributos de Dios.

EL

DIOS

Se usa 200 veces en las escrituras. “El” es frecuentemente combinado con palabras que enfatizan diferentes atributos de Dios.

Eloah, Elah y El, son títulos o también podríamos llamarlos "pronombres" que hacen referencia a Dios en el A.T. Hay un gran debate actualmente en el mundo religioso por el significado de cada uno. Veamos:


"El" ("Dios"). Este término fue la forma más común de denominar a una divinidad en el Oriente Medio antiguo. Aunque muy a menudo aparece solo, "El" se combinaba también con otras palabras para formar un término compuesto referente a la deidad o para identificar de alguna manera la naturaleza y las funciones de la deidad. De ahí que la expresión El Elohim yishrael ("Dios, el Dios de Israel"; Génesis 33:20) identifica las actividades específicas del Dios de Israel. En la antigüedad, se creía que conocer el nombre de una persona le otorgaba poder sobre ella. Se consideraba que el conocimiento del carácter y atributos de los dioses paganos permitiría a los adoradores manipular o influir en las deidades en formas más eficaces que si sus nombres permanecieran desconocidos. Hasta cierto punto, la ambigüedad del término "El" frustraba a las personas que esperaban obtener de algún modo poder sobre la divinidad, porque el nombre prácticamente no indicaba cosa alguna sobre el carácter del dios. Los nombres compuestos con "El" eran comunes en el Oriente Medio durante el segundo milenio a.C. Metusael (Génesis 4:18) e Ismael (Génesis 16:11) son dos nombres que provienen de un período muy temprano. Durante el período mosaico, "El" el era sinónimo del Señor que libró a los israelitas de la esclavitud de Egipto y les ayudó a vencer en batalla (Números 24:8). Esta tradición del "El" hebraico como un «Dios» que se revela a sí mismo en poder y establece relación de pacto con su pueblo es muy prominente tanto en la poesía (Salmos 7:11; 85:8) como en la profecía (Isaías 43.12; 46:9). Los israelitas hacían uso común del nombre de "El" para denotar la provisión o el poder sobrenatural. Esto era a la vez normal y legítimo, puesto que el pacto entre Dios e Israel aseguraba a un pueblo obediente y santo que las fuerzas creativas del universo le sostendrían y protegerían en todo momento. A la inversa, si desobedecían y apostataban, estas mismas fuerzas les castigarían severamente.


"Elah" ("Dios"). Este vocablo arameo equivale al término hebreo "Eloah". Es una expresión general para "Dios" en los pasajes arameos del Antiguo Testamento y también una forma cognada del vocablo "allah", que los árabes usan para hablar de Dios. El término se emplea ampliamente en Esdras: aparece no menos de 43 veces entre Esdras 4:24 y 7:26. En cada caso, se refiere al "Dios" del pueblo judío, fuese o no un judío el que lo usara. Este es el caso cuando el gobernador de la provincia de "Más Allá del Río" (es decir, al oeste del río Éufrates) le habló a Darío el rey acerca de "la casa del gran Dios" (Esdras 5:8). Asimismo, Ciro instruyó a Sesbasar, gobernador, "que la casa de Dios sea reedificada" (Esdras 5:15) en Jerusalén. Aunque los persas sin duda no adoraban al "Dios" de Israel, le otorgaban la dignidad que correspondía al "Dios de los cielos" (Esdras 6:10). Lo hacían en parte por superstición; aunque la naturaleza pluralista del recién conquistado Imperio Persa exigía que honrasen a los dioses de los pueblos conquistados, en aras de la paz y de la armonía social. Cuando Esdras usa el término "Elah", a menudo especifica el Dios de los judíos. Habla, por ejemplo, del "Dios de Israel" (Esdras 5:1; 6:14), el "Dios del cielo" (Esdras 5:12; 6:9) y el "Dios de Jerusalén" (Esdras 7:19). Asocia además a "Dios" con su casa en Jerusalén (Esdras 5:17; 6:3). En el decreto de Artajerjes se habla del "sacerdote Esdras, escriba de la ley del Dios de los cielos" (Esdras 7:12 y 21). Esta designación parecería extraña viniendo de un rey persa pagano, si no fuese por la política de tolerancia religiosa que practicó la dinastía Aqueménide. En otras partes de Esdras, "Elah" se asocia con el templo, tanto en su construcción (Esdras 5:2 y 13) como un edificio concluido y consagrado para el culto divino (Esdras 6:16). En el único versículo de Jeremías escrito en arameo (Jeremías 10:11), el vocablo "Elah" se encuentra en su forma plural para describir a los dioses que nada tuvieron que ver con la creación del universo. Aunque estos dioses falsos los adoraban naciones paganas (y hasta reverenciados por algunos hebreos en el cautiverio babilónico), esas deidades acabarían pereciendo porque no eran eternas. El libro de Daniel se vale de "Elah" para hablar tanto de los dioses paganos, como del "único Dios verdadero". Los sacerdotes caldeos dijeron a Nabucodonosor: "Además, el asunto que el rey demanda es difícil, y no hay delante del rey quien lo pueda declarar, salvo los dioses, cuya morada no está con los mortales" (Daniel 2:11 RVA). Los caldeos se refirieron a esos dioses cuando informaron que Sadrac, Mesac y Abed-nego rehusaban participar en idolatría en la llanura de Dura (Daniel 3:12). Daniel enumera estos dioses cuando condenó el abandono de Nabucodonosor por el culto al único y verdadero "Dios de Israel" (Daniel 5:23). En Daniel 3:25, el término se refiere a un ser o mensajero divino enviado a proteger a los tres jóvenes hebreos (Daniel 3:28). En Daniel 4:8–9 y 18; y 5:11, aparece la frase "espíritu de los dioses santos". Las menciones restantes de "Elah" se refieren al "Dios viviente a quien Daniel adora".


"Eloah" ("Dios") Este nombre hebreo para "Dios" corresponde al término arameo elah y al ugarítico il. El origen del término se desconoce y se usa pocas veces en las Escrituras como un apelativo divino. Por cierto, su distribución en los varios libros de la Biblia es curiosamente desigual. Aparece "Eloah" 40 veces en Job entre 3:4 y 40:2; en el resto del Antiguo Testamento el término no se usa más de 15 veces. Algunos eruditos consideran que el vocablo "Eloah"  es la versión singular de la forma plural común Elohim, plural de majestad. Se suele pensar que "Eloah"  es vocativo, con el significado de "Oh Dios". Pero no está muy claro por qué se necesitó tener una forma vocativa especial para dirigirse a Dios, puesto que el plural elohim se traduce a menudo como vocativo cuando el adorador se dirige directamente a Dios, como en Salmos 79:1. Es obvio que hay una relación lingüística entre "Eloah" y Elohim, pero no es fácil precisarlo. El vocablo "Eloah" predomina más en la poesía que en la prosa, lo que es particularmente cierto en Job. Algunos eruditos han sugerido que el autor de Job escogió a propósito una descripción de la divinidad que evitara las asociaciones históricas que se encuentran en frases como "el Dios de Betel" (Génesis 31:13) o "Dios de Israel" (Éxodo 24:10). Pero aun el libro de Job no es históricamente neutral, puesto que en la introducción se mencionan lugares y personas (Job 1:1, 15, 17). Tal vez el autor consideró que "Eloah" fuese un término adecuado a lo poético y por consiguiente lo usó consecuentemente. Esto, al parecer, es el caso también en Salmos 18:31, donde encontramos "Eloah" en lugar de "El", como en el pasaje paralelo en 2 Samuel 22:32. También aparece "Eloah" como un término para "Dios" (Salmos 50:22; 139:19; y Proverbios 30:5). Aunque "Eloah" como nombre divino apenas se usa fuera de Job, su historia literaria se extiende desde a lo menos el segundo milenio a.C. (como en Deuteronomio 32:15) hasta el siglo V a.C. (como en Nehemías 9:17).

OTROS NOMBRES Y TITULOS DE DIOS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO


YHVH ES JESUS

YAHVEH - YAHWEH

YO SOY EL QUE SOY   -  SEÑOR

"YHVH" es un nombre que según la teología se puede traducir como “Señor”. Se usa más que ningún otro nombre, aproximadamente 7000 veces en el A.T. Es conocido como el “Tetragrámaton”, que significa “Las cuatro letras” porque viene de las cuatro letras hebreas: Yud (Y), Hay (H), Vav (V-W), Hay (H). Este es el nombre memorial que Dios le reveló a Moisés en la zarza ardiente. “Y Dios le dijo a Moisés, YO SOY EL QUE SOY; y él dijo, esto les dirás a los hijos de Israel, YO SOY me ha enviado a vosotros... este es mi nombre eterno, y así es como me recordarán por todas las generaciones" (Éxodo 3:14-15).

Aunque el nombre YHVH aparece en Génesis 2, Dios no se reveló a sí mismo como YO SOY EL QUE SOY (YHVH) hasta Éxodo 3 en conjunción con la creación de Israel. Este nombre proviene del verbo hebreo que significa “ser” enfatizando el ser absoluto de Dios. Él es la fuente de todo ser, toda realidad y toda existencia. Él tiene el ser inherente a si mismo. Todo lo demás deriva de Él. YHVH denota la absoluta trascendencia de Dios. Él está más allá de toda su creación. Él es sin principio ni fin. Porque Él siempre es.

Aunque algunos pronuncian YHVH como Jehová o Yahweh, no conocemos ya más la pronunciación correcta. El pueblo judío dejó de pronunciar su nombre alrededor del tercer siglo d.C. por temor a violar el mandamiento “No tomarás el nombre de YHVH tu Dios en vano” (Éxodo 20:7). De acuerdo a los rabinos, el Tetragrámaton no se puede pronunciar bajo ninguna circunstancia. Otro nombre, “Adonai”, se sustituye usualmente por el de YHVH.

Cuando YHVH se combina con otras palabras, se enfatizan los diferentes atributos del SEÑOR.


Recordemos El estudio ¿Quién es Dios?

"Versiones de las Escrituras"

"Yo Soy El Que Soy".

¿Qué relación tiene el "YO SOY EL QUE SOY" con "YHVH"? En los escritos de Moisés hay un paradigma sobre el sentido de la escritura o mejor dicho la confirmación de su autoría, claro esta que los estudiosos de las escrituras, (rabinos, teólogos entre otros) ya han concluido y confirmado por unanimidad que efectivamente Moisés fue quien escribió la Torah, ahora bien, estos rollos se escribieron en el Paleo Hebreo y Hebreo Antiguo; mediante el estudio de la Etimología (Origen o procedencia de las palabras) podemos descubrir el significado original de palabras, frases, etc., que partiendo en nuestro  caso del hebreo, griego o arameo; al traducirlas a nuestro idioma español pierde de cierto modo su definición, por ejemplo:

ETIMOLOGIA DE "CONOCER"

Para nuestro idioma Español la palabra "conocer" se refiere a la información que se tenga sobre algo; la distinción o identificación a personas, cosas; el trato que se tiene hacia alguien; tener información directa y precisa de algún lugar por el simple hecho de haber estado allí. Pero, en las escrituras, al ser escrita en otro idioma debemos conocer su procedencia dentro del contexto al cual se refiera, por ejemplo, en Genesis 4:1 dice la escritura "...Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido varón..."

Éste "conocer" al cual se refiere la escritura al estudiar su Etimología entendemos que se refiere a un "Encuentro sexual", veamos:

Además del "saber" esencialmente cognoscitivo ya discutido, el verbo tiene un lado que es puramente empírico. El que "sabe" se involucra con (o en) el objeto de este saber. Este es el caso de Potifar que no se preocupaba de nada (literalmente no sabía de nada acerca de lo que había en su casa) (Génesis 39:6), no tenía contacto personal con ello. En Génesis 4:1, cuando Adán "conoce" [Yada] a Eva, es porque también ha tenido un contacto directo o relación sexual con ella. En Génesis 18:19 Dios dice que "conoce" a Abraham; se preocupa por él en el sentido de haberle escogido de entre otros hombres y se aseguró de que ciertas cosas le sucedieran. Lo que se subraya es que Dios le "conoce" íntima y personalmente. Por cierto, este es un concepto paralelo a "santificar" (Jeremías 1:5). De modo similar, el término se usa para connotar la relación de Dios con Israel como nación escogida o elegida (Amós 3:2).

Yada, en su radical intensivo y causativo, se usa para expresar un concepto particular de revelación. Dios no se dio a conocer por su nombre YHVH a Abraham, Isaac y Jacob, aunque sí les reveló el contenido de este nombre mostrándoles que era el Dios del pacto. No obstante, el pacto no se cumplió (no poseyeron la tierra prometida) sino hasta el tiempo de Moisés. La declaración en Éxodo 6:3 sugiere que desde ahora Él se revelaría por "su nombre"; los guiaría hasta poseer la tierra. Dios se da a conocer mediante hechos de revelación, por ejemplo, ejecutando juicio contra los impíos (Salmos 9:16) y liberando a su pueblo (Isaías 66.14). También se revela a través de la palabra hablada, por ejemplo, los mandamientos que dio a través de Moisés (Ezequiel 20:11) por las promesas como las que dio a David (2 Samuel 7:21). Dios así revela su esencia y deidad, por la ley y la promesa. "Conocer a Dios" es tener un íntimo conocimiento práctico de Él. Es así que Faraón niega conocer a YHVH (Éxodo 5:2) y rehúsa reconocer su autoridad sobre él. En sentido positivo, "conocer" a Dios es lo mismo que temer (1 Reyes 8:43), servir (1 Crónicas 28:9) y confiar (Isaías 43:10).

Ahora bien, la procedencia o el origen del "YO SOY EL QUE SOY", para muchos "YHVH" (Tetragrámaton que significa "Las Cuatro Letras"); la encontramos analizando su etimología en el Hebreo que fue el idioma original que esta escrito la Torah o también conocido Pentateuco. Leyéndolas de izquierda a derecha (como se lee el hebreo) su pronunciación sería: Yud(Y), Hay(H), Vav(V-W), Hay(H):

HEBREO ANTIGUO

יהוה

HEBREO MODERNO

En el vocabulario paleo, se usaba para identificar cosas o acciones, de allí Moisés trasmite el secreto del nombre recibido, el cual se cumple en el nombre revelado de Dios mediante su manifestación a este mundo:

Hebreo: YESHUA

Español: JESUS

El DIOS que se reveló a sí mismo como "YO SOY EL QUE SOY - YHVH" en el Antiguo Testamento se reveló a sí mismo como "JESUS - YESHUA" en el Nuevo Testamento, confirmándose a sí mismo por los mismos atributos del Dios del A.T y afirmando ser el Dios del A.T. y único Dios.

Jesús tiene el mismo atributo del ser inherente en si mismo: Juan 5:26 "...Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo..."

Jesus tiene el mismo atributo de sostener el universo: "Y Él es antes de todas las cosas, y en l todas las cosas subsisten" (Colosenses 1:17). "Él sostiene todas las cosas por la palabra de su poder" (Hebreos 1:3).

Jesus afirma ser Dios. En Juan 8:56 "...Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó. Entonces le dijeron los judíos: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham? Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, YO SOY..." Jesús afirmó ser “YO SOY”. Por lo tanto ellos tomaron piedras para apedrearle, refiriéndose a Éxodo 3:14. Aquellos líderes de Israel entendieron que Jesus estaba afirmando ser DIOS. Esto se comprueba cuando trataron de apedrearlo por lo que consideraron una blasfemia. En Romanos 10:9 Pablo declara a la comunidad mesiánica en Roma: “que si confesares con tu boca que JESUS ES EL SEÑOR.... serás salvo...". Unos pocos versos después, en 10:13, Pablo sustenta esta declaración citando Joel 2:32 "...porque todo aquel que invocare EL NOMBRE DEL SEÑOR, será salvo...". Invocar a Jesus como Señor (Adonai)  es equivalente a invocarlo como DIOS, porque JESUS es DIOS.

Jesus confirma personalmente a sus discípulos que Él es Dios: 

Juan 14:1 - No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. 2 - En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. 3 - Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. 4 - Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino. Tenga en cuenta que esta conversación Jesus la tuvo con sus discípulos antes de dar un nuevo mandamiento (Juan 13:14) y el único que puede dar mandamientos es Dios, no podemos nosotros confirmar que la doctrina, enseñanza o instrucciones es lo mismo que "mandamientos"; los mandamientos fueron dados por Dios en Sinaí a Moisés y trasmitidos a todo el pueblo, por lo que al Jesus asumir el dar un nuevo mandamiento, esta asumiendo una autoridad que únicamente la tiene el creador de todas las cosas. Los escritores de los evangelios muestran el carácter de duda que había en los discípulos del Señor: 5 - Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino? 6 - Jesús le dijo: YO SOY el camino, y la verdad, y la vida; nadie VIENE al Padre, sino por mí. 7 - Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis vistoEllos conocían a Jesus, cumpliéndose así la profecía de Isaías 52:6 "...Por tanto, MI PUEBLO SABRA MI NOMBRE... PORQUE YO MISMO QUE HABLO, HE AQUI ESTARE PRESENTE..." Jesús hablaba con sus discípulos, compartía con ellos, le vieron, le tocaron, los cinco sentidos en plena acción demostrando la esencia del "CONOCER", pero aunque le veían seguían dudando: 8 - Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. 9 - Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre (En otras palabras YO SOY EL PADRE); ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? 10 - ¿No crees que YO SOY en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras. Confirmando a sí mismo que en él habitaba Dios, no que su humanidad sea Dios sino su Espíritu su esencia es Dios mismo manifestado en la humanidad del Cristo, este Cristo que Juan el Bautista vio y declaró (Juan 1:29) "...he aquí el cordero de Dios que quita el pecado del mundo..." porque su humanidad fue con un propósito, un objetivo que era pagar en la cruz el precio por el pecado del mundo entero (Juan 1:11) "...a lo suyo vino..." a su propósito, el cordero pascual, aquel que se estipulo sea sacrificado para perdón de los pecado de todo el pueblo, el mismo tipo de sacrificio que los Israelitas comieron antes de salir de Egipto, comieron apresuradamente, y de ese sacrificio vino la sangre que se coloco en las puertas para que el ángel de la muerte no entrara a las casa del pueblo, por ello Cristo es ese cordero Pascual, que su sangre nos libra del pecado de la muerte, ese es el propósito de la manifestación del cordero de Dios que quita el pecado del mundo. y (Colosenses 2:9) en Él (Jesus) habita corporalmente (en su humanidad) toda la plenitud de la deidad (DIOS). 11 - Creedme que YO SOY en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras. 12 - De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. (Él ascendió a los cielos en un cuerpo glorificado, ese mismo cuerpo descenderá nuevamente en la segunda venida de Cristo porque su oficio aun no termina, falta aun por cumplirse lo que esta escrito en el libro de las revelaciones)  13 - Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré (Nótese: si le pedimos algo al Padre es lo normal que el Padre lo haga, pues a él se esta pidiendo, mas Jesús afirma "lo hare" es decir, le pides al padre "lo hare" porque Él es el Padre) , para que el Padre sea glorificado en el Hijo (La Manifestación). 14 - Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré. 15 - Si me amáis, guardad mis mandamientos. 16 - Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: (Aquí Jesús revela directamente el origen del Consolador, fíjese que el verso termina en dos puntos ":" es decir, revela lo que viene) 17 - el Espíritu de verdad (Jesus dijo YO SOY el camino, y la VERDAD y la vida, es decir, SU ESPIRITU), al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis,(Ellos conocían a JESUS) porque mora con vosotros,(Ellos habitaban/moraban con JESUS) y estará en vosotros. (Ese Jesus al que conocían y con el que habitan estaría en ellos)

Pero no se refiere a la humanidad sino a la Deidad, el Padre, el hijo y el Espíritu Santo es la misma Deidad, no son tres personas independientes ni interdependientes una de la otra, ni que coexistan en paralelo, en ninguna parte de las escrituras esa teoría esta ni parecidamente ilustrada, el hijo no es independiente al Padre ni al Espíritu ni viceversa, son manifestaciones de Dios, y el nombre de Dios revelado al mundo es JESUS.

Dice la escritura en 1 Corintios 8:6 "...para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él..." Afirmando que Dios es el creador de todas las cosas y que Jesucristo (no Jesus "refiriéndose a nombre o deidad"), es decir, el cordero, la manifestación, el mesías, nos dio la oportunidad de ser participes de las cosas celestiales, ese sacrificio hecho en la cruz del calvario, por medio de esa acción somos de Dios. 

BAUTISMO EN EL NOMBRE DE JESUS

El nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, es JESUS. "...Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos..." Hechos 4:12.

YHVH ES JESUS

¿Por qué entonces podemos afirmar que YHVH es Jesus, o mejor dicho, Jesus es Dios?

Yud, Hay, Vav, Hay (YHVH, Jehová, Yahweh) significa en su Paleohebreo "La Mano Mirad, El Clavo Mirad", esto lo sabía de primera mano Tomás, un hombre judío, pescador, uno de los 12 discípulos del Señor, es mundialmente conocido por el "ver para creer"; luego de Jesús haber resucitado se le apareció a sus discípulos pero Tomás no estaba con ellos, Juan 20:25 Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. Él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré. Tomás conocía las escrituras, tenia el conocimiento pues era Hebreo, conocido por ser uno de los rabinos mas importantes en lo que al conocimiento de las escrituras se refiere, solicitó ver la "señal de los clavos" ese secreto oculto en el YHVH. Juan 20:26-28 Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!.  (Dice la escritura en 1 Corintios 8:6 "...para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él...") Tomás exclama afirmando la deidad en la manifestación de Dios; ¡Señor mío, y Dios mío!. si Jesús no es Dios entonces hubiese intervenido diciendo "no me adores a mi, adora a Dios" parecido a lo que vivió el Apóstol Juan en dos ocasiones al recibir la revelación (Apocalipsis 19:10 y 22:9), pero Jesus responde: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron. (Juan 20:29) JESUS ES DIOS.

Esto también lo sabían los fariseos y los principales sacerdotes judíos de la época. Cuando crucificaron a Jesús Escribió también Pilato un título, que puso sobre la cruz, el cual decía: JESÚS NAZARENO, REY DE LOS JUDÍOS. (Juan 19:19-20) Y muchos de los judíos leyeron este título; porque el lugar donde Jesús fue crucificado estaba cerca de la ciudad, y el título estaba escrito en hebreo, en griego y en latín.

El mundialmente conocido INRI, las cuatro letras que en idioma latín colocan sobre figuras hechas de la cruz, pero que su significado trasciende para conocer al verdadero Dios. En Latín INRI; en Hebreo YHVH; y su significado es el mismo: JESUS NAZARENO REY DE LOS JUDIOS.

En el Hebreo Yeshua Hanotzri Vemelej Hayehudim, contiene las cuatro letras que representan el nombre memorial de Dios dado a Moisés, YO SOY EL QUE SOY, cuando los principales sacerdotes vieron este nombre escrito Dijeron a Pilato (Juan 19:21): No escribas: Rey de los judíos; sino, que él dijo: Soy Rey de los judíos. Respondió Pilato: Lo que he escrito, he escrito. En ese entonces se acostumbraba a resaltar la primera letra de cada frase, por ello esa acción les llego al corazón, más adelante, luego del derramamiento del Espíritu Santo, Pedro lo confirma Hechos 2:36-37 Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo. Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿Qué haremos?. Ellos reconocieron que habían crucificado al autor de la vida. Hechos 3:15 y matasteis al Autor de la vida, a quien Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos.  El autor de la vida es DIOS, por lo cual afirma que JESUS es YHVH, y JESUS es DIOS.

TITULOS DE JESUS

TEOFANIAS

La doctrina de la Unicidad, entiende por medio de las escrituras que Dios se ha "manifestado" de distintas maneras en distintos tiempos, a distintas personas, estas manifestaciones las conocemos teológicamente con el nombre de Teofanía. A diferencia de otras doctrinas las cuales personifican la manifestación, en las escrituras no conseguimos textos que avalen esa personificación que sea dependiente, interdependiente o Interindependiente una de la otra, veamos:


Dios apareció a Abraham en una visión, como un Horno Humeando y una Antorcha de Fuego, y como un Hombre (Génesis 15:1; 15:17; 18:1-33). En esta última instancia, Dios y dos ángeles aparecieron en la forma de tres hombres (18:2) y comieron comida provista por Abraham. Los dos ángeles partieron hacia Sodoma mientras que Dios se quedó para hablar con Abraham (Génesis 18:22; 19:1).

Dios apareció a Jacob en un sueño y como un hombre (Génesis 28:12-16; 32:24-32). En esta última ocasión, Jacob luchó con el hombre y proclamó, “Vi a Dios cara a cara.” La Biblia también describe a esta apariencia como “El Ángel” (Oseas 12:4).

Dios apareció a Moisés en una Nube de Gloria y en Fuego en el Monte Sinaí, habló con él cara a cara en el Tabernáculo, y le reveló Sus espaldas (gloria parcial), pero no Su rostro (toda Su gloria) (Éxodo 24:12-18; 33:9-11; 33:18-23). Estas referencias al rostro de Dios y a la gloria de Dios probablemente son metafóricas de la presencia de Dios y podrían aplicarse a muchos diferentes tipos de manifestaciones.

Dios se manifestó en la vista de todo Israel mediante truenos, relámpagos, una nube, una voz de trompeta, humo, fuego, y terremotos (Éxodo 19:11-19; Deuteronomio 5:4-5, 22-27). También demostró Su gloria y envió fuego de Su presencia en la vista de todo Israel (Levítico 9:23,24; 10:1-2).

Job vio a Dios en un torbellino (Job 38:1; 42:5). Varios de los profetas vieron visiones de Dios (Isaías 6; Ezequiel 1:26-28; 8:1-4; Daniel 7:2,9; Amós 9:1). A Ezequiel se le apareció en la forma de un hombre, envuelto en fuego. A Daniel se le apareció en una visión nocturna como el Anciano de Días. Muchos otros versículos de la Escritura nos dicen que Dios apareció a alguien pero no describen la manera en la cual lo hizo. Por ejemplo, Dios apareció a Abraham, Isaac, Jacob, y Samuel (Génesis 12:7; 17:1; 26:2; 24; 35:9-15; I Samuel 3:21). De igual modo, Dios descendió sobre el Monte Sinaí y se paró junto a Moisés, Se reveló a setenta y cuatro líderes de Israel, descendió en una columna de nube y se paró frente a Moisés, Aarón, y María, vino de noche a Balaam, y vino al encuentro de Balaam en otras dos ocasiones (Éxodo 34:5; 24:9-11; Números 12:4-9; 23:3-10, 16-24).

La Biblia registra otras manifestaciones que muchos creen eran Dios mismo. En Josué 5:13-15, un hombre con una espada apareció a Josué y se identificó como el “Príncipe del ejército de Jehová.” Este título y el hecho de que no le reprendió a Josué por adorarle (en contraste a Apocalipsis 19:9-10; 22:8-10) nos sugiere que ésta era realmente una manifestación de Dios. Por otra parte, las palabras de este pasaje dejan abierta la posibilidad de que Josué no le adoró al Príncipe, sino que le adoró a Dios por la apariencia del Príncipe.


EL ANGEL DE JEHOVA

Algunas de las numerosas manifestaciones del “Ángel de Jehová” parecen ser teofanías. El ángel de Jehová apareció a Agar, habló como si fuera Dios, y ella le llamó Dios (Génesis 16:7-13). La Biblia dice que el ángel de Jehová apareció a Moisés en la zarza ardiente, pero después dice que Dios habló con Moisés en aquella ocasión (Exodo 3; Hechos 7:30-38). Exodo 13:21 dice que Jehová iba delante de Israel en una columna de nube, mientras que Exodo 14:19 dice que el ángel de Dios estaba con la columna de nube. El ángel de Jehová apareció a Israel en Jueces 2:1-5 y habló como Dios. Jueces 6:11-24 describe la apariencia del ángel de Jehová a Gedeón y luego dice que Jehová miró a Gedeón. Nuevamente, el ángel de Jehová apareció a Manoa y a su esposa, y ellos creyeron que habían visto a Dios (Jueces 13:2-23).

Otras visitaciones del ángel de Jehová no indican si eran manifestaciones de Dios mismo o no, aunque la gente presume con frecuencia que lo eran. Algunos ejemplos son las apariencias a Abraham en el Monte Moríah y a Balaam (Génesis 22:11-18; Números 22:22-35). A veces el ángel de Jehová claramente no es una manifestación de Dios. Algunos ejemplos son las apariencias a David y a Zacarías (21 Samuel 24:16 / 1º Crónicas 21:15-30; Zacarías 1:8-19).

El ángel del Señor en el Nuevo Testamento aparentemente no es más que un ángel, y por cierto no es Jesucristo (Mateo 1:20; 2:13; 28:2; Hechos 8:26).

Al analizar todos estos versículos de las Escrituras, algunos dicen que el ángel de Jehová siempre es una manifestación directa de Dios. Sin embargo, algunas de las arriba mencionadas instancias no apoyan esta idea y dos de ellas actualmente la contradicen. Otros dicen que el ángel de Jehová es en algunas instancias una manifestación de Dios, y en otras no. Esta segunda idea parece ser consistente con las Escrituras. Una tercera idea, sin embargo, es que el ángel de Jehová nunca es Jehová, sino un ángel literal. Para apoyar esta última idea, uno enfatizaría que los ángeles son voceros, mensajeros, y agentes de Dios. En otras palabras, esta idea contiende que es correcto decir que “el Señor dijo” o “el Señor hizo” aunque El lo dijo o lo hizo mediante la agencia de un ángel. Bajo esta idea, una descripción de un hecho de Dios en el relato de una apariencia angelical es sencillamente una manera de decir en breve que Dios actuó por medio del ángel. Ya que los escritores bíblicos hacen claro al principio de los relatos que un ángel era el agente directo, no tiene que existir ninguna ambigüedad o discrepancia.

En esta idea, las personas que reconocieron la visitación de Dios o estaban equivocadas en su creencia que habían visto a Dios mismo, o, más razonablemente, reconocieron que Dios estaba usando un ángel para hablarles y entonces se dirigieron a Dios mediante el ángel. Hay otra manera de reconciliar esta tercera idea con los versículos de la Escritura que identifican al ángel de Jehová con Jehová mismo: a saber, que el ángel apareció visiblemente, pero que el Señor también estaba presente invisiblemente. Entonces, las referencias al Señor como actuando o hablando podrían significar literalmente el Señor y no el ángel.

En resumen, es evidente que el ángel de Jehová en el Antiguo Testamento no era siempre el Señor mismo. Una persona puede sostener que el ángel de Jehová jamás era una teofanía actual, pero no puede contender con seriedad que el ángel de Jehová era siempre una teofanía. La explicación más sencilla es que la frase, “el ángel de Jehová,” a veces se refiere a una teofanía de Dios pero en otras ocasiones denota nada más que un ángel ordinario.

Un erudito trinitario resume la idea predominante de la siguiente manera: “En el Antiguo Testamento el ángel de Jehová podría ser solamente un mensajero de Dios (la misma palabra hebrea significa mensajero), distinto de Dios mismo (2 Samuel 24:16), o podría ser identificado con el Señor mismo hablando de Sí mismo. El hecho de que Dios no puede ser ilustrado con claridad es típico de las teofanías del Antiguo Testamento. Dios tiene la libertad de manifestar Su presencia, al mismo tiempo que los humanos tienen que ser protegidos de Su presencia inmediata.


MELQUISEDEC

Muchos le consideran a Melquisedec como una teofanía (Génesis 14:18). Hebreos 7:3 dice que él era sin padre, sin madre, y sin genealogía. Esto podría significar que él era Dios en forma humana, o podría significar sencillamente que su origen genealógico no se hallaba registrado. Hebreos 7:4 (en la traducción King James en el inglés) se refiere a él como un hombre. Aunque uno le considere como siendo un hombre ordinario o una teofanía de Dios en forma de hombre, el era un típo o una sombra de Cristo (Hebreos 7:1-17).


EL CUARTO HOMBRE EN EL FUEGO

Una supuesta teofanía es el cuarto hombre quien apareció en el fuego cuando Sadrac, Mesac, y Abed-nego fueron lanzados al horno (Daniel 3:24-25). El rey pagano Nabucodonosor dijo, “He aquí yo veo cuatro varones sueltos . . . y el aspecto del cuarto es semejante al hijo de los dioses” (Daniel 3:25). En el idioma original (arameo) no hay un artículo determinado que precede a hijo; es decir el no precede a hijo en este pasaje. La versión Reina-Valera traduce esta frase como “hijo de los dioses.” El rey estaba usando terminología pagana y no tenía conocimiento alguno de la futura llegada del unigénito Hijo de Dios. Lo más probable es que el rey vió un ángel, pues él describió esta manifestación como un ángel (Daniel 3:28). Parece ser que la frase “hijos de Dios” puede referirse a seres angelicales (Job 38:7). A lo máximo, lo que vió Nabucodonosor podría ser solamente una teofanía temporal de Dios. Es seguro que esta no era una vista del Hijo de Dios descrito en el Nuevo Testamento, pues el Hijo no había nacido y el papel del Hijo no había empezado.


NUEVO TESTAMENTO

El Nuevo Testamento no registra ninguna teofanía de Dios en forma humana fuera de Jesucristo. Por supuesto, Cristo era más que una teofanía; El no era solamente Dios apareciendo en la forma de un hombre sino que era Dios vestido de un cuerpo y una naturaleza humana verdadera. El ángel del Señor en Mateo 1:20, 2:13, 28:2 y Hechos 8:26 parece ser un ángel y nada más; no hay evidencia al contrario. Es claro en estos pasajes que el ángel no es Jesucristo. Esto concuerda bien con la conclusión que el ángel de Jehová no era siempre Jehová mismo. La única cosa que podría ser una teofanía en el Nuevo Testamento es la paloma en el bautismo de Cristo.

¿Por qué esta falta de teofanías en el Nuevo Testamento? La razón es que no hay necesidad de ellas. Dios se halla plenamente expresado en Jesucristo. Jesús declara y revela completamente al Padre (Juan 1:18). Jesús es la imagen del Dios invisible, el resplandor de Su gloria, y la imagen misma de Su sustancia (Colosenses 1:15, Hebreos 1:3).

PENTECOSTALISMO

Muchos libros se han redactado para contar el origen del Pentecostalismo y las primeras organizaciones que empezaron en el "Mundo Pentecostal", como se dividieron por motivo de doctrinas y enseñanzas, por las interpretaciones que cada quien daba a los textos bíblicos, hablar yo de esto seria solo copia de lo que la historia ya nos ha dicho, por ello recomiendo leer o analizar el siguiente Libro donde a mi parecer, encontraras el mejor análisis detallado del origen del movimiento pentecostal y surgimiento de organizaciones mundialmente conocidas.

LOS PENTECOSTALES DEL SIGLO XX

Escrito por Fred J. Foster

DOCTRINAS vs. UNICIDAD

En esta sección te quiero mostrar las diferencias más notables que existen entre la unicidad vs. otras doctrinas dentro del mundo evangélico pentecostal y del ámbito religioso.

¿En qué creen?

Fórmula Bautismal

El Espíritu Santo

CONCLUSION

“Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es”

(Deuteronomio 6:4).


“Pero Dios es uno” 

(Gálatas 3:20).


Hay un solo Dios. Solamente hay un Dios. Esta doctrina es central al mensaje bíblico, pues ambos el Antiguo y el Nuevo Testamento la enseñan clara y enfáticamente. A pesar de la sencillez de este mensaje y la claridad con la cual la Biblia la presenta, muchos que creen en la existencia de Dios no lo han comprendido. Aún dentro de la cristiandad mucha gente, incluso teólogos, no han comprendido este mensaje hermoso y esencial. Nuestro propósito es dirigirnos a este problema, y afirmar y explicar la doctrina bíblica de la unicidad de Dios.


Hay solamente un Dios, quien es el Creador y Padre de toda la humanidad (Malaquías 2:10). En el tiempo del Reino Milenial, habrá solamente un Señor con un nombre (Zacarías 14:9). Jesús enseñó Deuteronomio 6:4 enfáticamente, llamándolo el primero de todos los mandamientos (Marcos 12:29-30). El Nuevo Testamento presupone la enseñanza del Antiguo Testamento de un solo Dios y repite explícitamente este mensaje varias veces.

JESUS ES DIOS

El hecho que Jesús es Dios se halla tan firmemente establecido en la Escritura como el hecho que Dios es uno. La Biblia enseña que Jesús es totalmente Dios y totalmente hombre.



El Antiguo Testamento claramente afirma que el Mesías y el Salvador que había de venir sería Dios mismo, y el Nuevo Testamento atestigua la plena deidad de Jesucristo.


Según estos versículos de Escritura, Jesús no es simplemente una parte de Dios, sino que el total de Dios es residente en El. Si hubiera varias personas en la Deidad, según Colosenses 2:9 ellos todos serían residentes en la forma corporal de Jesús. Nosotros somos completos en El (Colosenses 2:10). Todo lo que necesitamos de Dios lo podemos hallar en Jesucristo solamente. La declaración que Jesús es Dios necesariamente implica que Dios tomó sobre sí carne humana. Esto es de hecho lo que la Biblia dice.



El hecho que Dios llegó a ser carne es una de las cosas más maravillosas y, sin embargo, de las más incomprensibles acerca de Dios. “E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne . . .” (I Timoteo 3:16). Jesús es como ningún otro hombre que jamás ha sido o será. El tiene dos naturalezas; El es totalmente Dios y totalmente hombre.

La mayoría de los problemas en las mentes de la gente en lo que concierne a la Deidad proviene de este gran misterio. Ellos no pueden comprender la naturaleza dual de Cristo y no pueden separar correctamente sus dos papeles. No pueden comprender cómo Dios podría tomar sobre Sí la forma de un bebé y vivir entre los hombres. Es cierto que nosotros no podemos comprender totalmente cómo la concepción milagrosa, (la unión de Dios y hombre) ocurrió en la matriz de María, pero sí podemos aceptarlo por la fe. De hecho, si nosotros no creemos que Jesús ha venido en carne tenemos un espíritu de anticristo (II Juan 7), pero si aceptamos esta doctrina de Cristo tenemos ambos el Padre y el Hijo (II Juan 9). Ambos el Padre y el Hijo son revelados en Cristo (Juan 10:30; 14:6-11).

El misterio de Dios en la carne era un gran obstáculo para los judíos. Ellos nunca pudieron comprender cómo Jesús, siendo un hombre, podía ser también Dios (Juan 10:33). Porque El afirmó ser Dios, ellos le rechazaron y buscaron matarle (Juan 5:18; 10:33). Por esta razón, hasta el día de hoy muchos judíos no pueden aceptarle a Jesús.

Nunca ha existido un misterio con respecto a “personas” en la Deidad. La Biblia claramente afirma que hay un solo Dios, y esto es fácil de comprender para todos. El único misterio acerca de la Deidad es cómo Dios podría venir en la carne, cómo Jesús podría ser ambos Dios y hombre. Pero la verdad de este misterio ha sido revelada a aquellos que crean. El misterio de Jesucristo ha sido ocultado desde que el mundo comenzó, pero se dio a conocer en la edad del Nuevo Testamento (Romanos 16:25-26; Colosenses 1:25-27). Un misterio en el Nuevo Testamento es simplemente un plan de Dios que no era entendido en el Antiguo Testamento pero que sí se ha revelado a nosotros. Nosotros podemos “entender . . . el misterio de Cristo, misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu” (Efesios 3:4-5).

En el Antiguo Testamento Dios se reveló a Sí mismo por el nombre Jehová o Yahvé, que significa el que Existe por Sí mismo o el Eterno. El Nuevo Testamento frecuentemente describe a Dios como el Padre. Este título enfatiza Su papel como Creador y Padre de todos (Malaquías 2:10), como el Padre de los creyentes que han nacido de nuevo (Romanos 8:14-16), y como Padre del Hijo unigénito (Juan 3:16). Además, la Biblia usa el término Espíritu Santo para referirse al único Dios. Esto describe lo que Dios es y enfatiza a Dios en Su actividad (Génesis 1:2), particularmente en Su actividad relativa al hombre tal como regenerando, bautizando, llenando, y ungiendo (Hechos 1:4-8; 2:1-4).

La Biblia claramente enseña la doctrina de la Unicidad de Dios y la Deidad absoluta de Jesucristo. Los primeros Cristianos creían esta grande verdad, y mucha gente la ha creído a través de la historia. Aunque en el curso de la historia el trinitarismo llegó a ser la doctrina predominante en el cristianismo, las Escrituras no la enseñan. De hecho, la Biblia en ninguna parte menciona o alude a la palabra trinidad, a la frase “tres personas en una sola sustancia,” o a la frase “tres personas en un Dios.” Podemos explicar todas las Escrituras en ambos testamentos adecuadamente sin la necesidad de recurrir a la doctrina de la trinidad.

El trinitarismo contradice y disminuye las enseñanzas bíblicas importantes. Disminuye el énfasis de la Biblia en la Unicidad absoluta de Dios, y disminuye la Deidad plena de Jesucristo. La doctrina trinitaria como existe hoy no se desarrolló totalmente y la mayoría del cristianismo no la aceptó totalmente hasta el cuarto siglo después de Cristo.

Aquí hay cinco maneras específicas en que la doctrina bíblica del monoteísmo Cristiano difiere de la doctrina actualmente existente del trinitarismo.


Puesto que la Biblia enseña tan claramente la Unicidad de Dios y la Deidad plena de Jesucristo, ¿por qué está oscura a tanta gente, especialmente a aquellos en el Cristianismo? La respuesta es que el entendimiento no viene meramente por medio del estudio intelectual sino mediante la iluminación divina de las Escrituras. Viene por medio del estudio devoto, la búsqueda diligente, y un deseo intensivo para conocer la verdad. Cuando Pedro hizo su gran confesión de la Deidad de Jesús, Jesús dijo, “no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos” (Mateo 16:16-17). Por lo tanto, si queremos comprender al Dios Todopoderoso en Cristo, debemos desechar las doctrinas, las tradiciones, las filosofías, y las teorías de los hombres. En su lugar debemos poner la pura palabra de Dios. Debemos pedir que Dios nos revele esta gran verdad a nosotros por medio de Su palabra. Debemos buscar que Su Espíritu ilumine Su palabra y nos guie en toda la verdad (Juan 14:26; 16:13). No es suficiente confiar en los dogmas de la iglesia, porque los dogmas de la iglesia son válidos únicamente si ellos son enseñados en las Escrituras. Debemos acudir a la Biblia misma, debemos estudiarla, y debemos pedir que Dios la ilumine por Su Espíritu.


“Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.”

Colosenses 2:8-10

Dios te bendiga.

Elysaul PR