¿Quién es Dios?

JACOB ES ISRAEL

Pero Esaú, hermano de Jacob, había jurado matarlo y le venía siguiendo por mucho tiempo, falló en el intento de lograr un acuerdo, enviando una ofrenda en señal de paz, sin embargo su hermano no desistió en perseguirlo con 400 hombres armados; es por ello, que Jacob diseña un plan (Génesis 32) para proteger a su familia, y él se encargaría por todos los medios posibles de lograrlo, orando al Dios de sus padres y recordándole de la promesa hecha a ellos:


Génesis 32:9 - Y dijo Jacob: Dios de mi padre Abraham, y Dios de mi padre Isaac, Dios, que me dijiste: Vuélvete a tu tierra y a tu parentela, y yo te haré bien; 10 menor soy que todas las misericordias y que toda la verdad que has usado para con tu siervo; pues con mi cayado pasé este Jordán, y ahora estoy sobre dos campamentos. 11 Líbrame ahora de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque le temo; no venga acaso y me hiera la madre con los hijos. 12 Y tú has dicho: Yo te haré bien, y tu descendencia será como la arena del mar, que no se puede contar por la multitud.


Aún le quedaba ese sentido de la manipulación, la que aprendió y con la que logró arrebatarle la primogenitura a su hermano, robando su bendición, aunque le correspondía por el contrato que había hecho con su hermano; no obstante, usó lo que había aprendido de su madre, para alcanzar lo propuesto, y esto se demuestra en la manera como el escritor redacta la oración que hace a Dios, al decir “Dios, que me dijiste…” “tú has dicho…” deja claro la maniobra deseada. Cabe destacar que en las veces que Jacob pedía algo a Dios, se refería a Él como “Dios de mi padre Abraham, y Dios de mi padre Isaac” no le vemos antes de esto, referirse como suyo, sino de sus padres.


Cae la noche, Jacob se separa de su familia y ocurre algo que trasciende tanto en la vida de Jacob, en su historia, como en la historia de su descendencia hasta hoy día. Veamos:

Génesis 32:24 Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba. 25 Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba. 26 Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices. 27 Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob. 28 Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido. 29 Entonces Jacob le preguntó, y dijo: Declárame ahora tu nombre. Y el varón respondió: ¿Por qué me preguntas por mi nombre? Y lo bendijo allí. 30 Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma. 31 Y cuando había pasado Peniel, le salió el sol; y cojeaba de su cadera.

Nuevamente a alguien se le es cambiado el nombre, antes sucedió con Abraham y Sara, ahora es el turno de Jacob (Suplantador o el que sustituye) que a partir de ahora se llamará Israel (El que lucha y es fuerte).


Jacob luchó con Dios, Dios se le presentó (manifestó) en forma de hombre, un varón, él no lo soltaba hasta no recibir una bendición, por eso el varón le decía “Déjame, porque raya el alba”, estaría a punto de amanecer, desde que cae la noche hasta que raya el alba pasa unas cuantas horas, este tiempo estuvo luchando Jacob con este varón, pero ¿Qué tipo de lucha seria? Particularmente no creo que fue a los golpes, puedo imaginar y deducir que estaban forcejeando, porque solo con que el varón lo tocara le descoyuntó el muslo, es decir, lo dislocó, eso produce un gran dolor, movió el hueso de su lugar quedando Jacob cojo, pero lo que trasciende hasta hoy no es la lucha, sino su significado y lo que logró, ahora se llamaría ISRAEL, y ganó a Dios, el Dios al que estamos tratando de conocer se supone que es el creador de todas las cosas, y descubrir que hubo un hombre que luchó con Él y le ganó la batalla, por decirlo de otra manera, un mortal ganando a un inmortal, sabiendo ahora que el varón lo único que hizo fue tocarlo, no lo golpeo, lo toco, ¿Por qué no se defendió este varón? y deducimos que ese varón era Dios mismo porque Jacob declara: “Vi a Dios cara a cara”, es decir, ese varón era Dios, y ¿Dios se dejo ganar? Un gran misterio.


Jacob pregunta al varón su nombre, si fuese respondido ya lograríamos concluir este estudio, pero la respuesta del varón, que sabemos ahora era Dios mismo, fue “¿Por qué me preguntas por mi nombre?”. Jacob se retira cojeando, pero con una bendición directa de Dios, bendición que permitiría que hiciera las paces con su hermano Esaú. Efectivamente al amanecer se ven las caras, pero el ambiente entre ellos cambia, ahora hay armonía, de la noche a la mañana las cosas cambiaron radicalmente, la familia se une, los hermanos se abrazan, lloran, se alegran, comparten y luego se despiden en paz, cada uno por su camino, pero los corazones y conciencia descansadas. 


Esto, de que Jacob luchó con Dios se confirma en la historia, tiempo después; Dios vuelve a hablar a Jacob y le pide encontrarse con Él, en el lugar donde habían luchado (Génesis 35:1 - Dijo Dios a Jacob: Levántate y sube a Bet-el, y quédate allí; y haz allí un altar al Dios que te apareció cuando huías de tu hermano Esaú.) Fue con toda su familia y edificaron altar (Génesis 35:7 - Y edificó allí un altar, y llamó al lugar El-bet-el, porque allí le había aparecido Dios, cuando huía de su hermano.), ofrecieron ofrenda y al volver Dios le confirma la bendición:


Génesis 35:10 Y le dijo Dios: Tu nombre es Jacob; no se llamará más tu nombre Jacob, sino Israel será tu nombre; y llamó su nombre Israel. 11 También le dijo Dios: Yo soy el Dios omnipotente: crece y multiplícate; una nación y conjunto de naciones procederán de ti, y reyes saldrán de tus lomos. 12 La tierra que he dado a Abraham y a Isaac, la daré a ti, y a tu descendencia después de ti daré la tierra. 13 Y se fue de él Dios, del lugar en donde había hablado con él. 14 Y Jacob erigió una señal en el lugar donde había hablado con él, una señal de piedra, y derramó sobre ella libación, y echó sobre ella aceite. 15 Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar donde Dios había hablado con él, Bet-el.


Ahora sabemos quien es Israel. Es aquel hombre que ganó su bendición luchando con Dios, el mismo que se le presentó a Abraham como el Dios Omnipotente, el Dios que según la historia creó los cielos y la tierra, el Dios que prometió a Noe no destruir el mundo con agua, el Dios que dio los idiomas a esta humanidad, pero, cómo siendo el Dios Omnipotente permite que un hombre lo venciese, debe haber un propósito, porque al dejar que un hombre le gane, está intentado decir algo.

Israel recibe la promesa de ser una nación, y que conjunto de naciones procederán de ella; recibe la herencia de la tierra que Dios había prometido a Abraham e Isaac, tierra que hoy día está en conflicto siendo ocupada por Israel, Jordania, Líbano, Egipto, Gaza y Siria, parte del conflicto armado que hay en esta zona del mundo sucede y/o se origina por un tema de primogenitura, cabe destacar  que toda esa tierra es rica en minerales, agricultura, petróleo y allí está ubicada una zona portuaria de altísimo valor para la economía de esa región, Beirut. Pero toda esa tierra Dios se la había prometido a Israel.

Israel tuvo 12 hijos y 1 hija, de estos varones nacen las tribus de Israel, convirtiéndose en una nación: Rubén, Simeón, Levi, Judá, Isacar, Zabulón, Dan, Neftalí, Gad, Aser, José, Benjamín. Para esos tiempos Dios no ha revelado aún un nombre directo, sabemos que Abraham, Isaac y Jacob, siguieron a este Dios omnipotente, dejándose guiar en cierto modo por Él,


Al iniciar este estudio descubrimos varias incógnitas que aún no hemos resuelto. Esto nos llevó a saber de cristo como escala de medición de los tiempos y descubrimos que Cristo fue aquel "...Salvador enviado por Dios y anunciado por los profetas para liberar al pueblo de Israel del orden establecido....”  Ahora sabemos el origen de Israel, tenemos una estructura de las versiones de los escritos antiguos de cómo se presento Dios, mas, debemos seguir estudiando la historia, porque aun no logramos encontrar el momento en donde declara un nombre con que podamos referirnos a Él. Aún queda tiempo para llegar hasta Moisés, al momento en que empieza a contar el tiempo según el calendario Hebreo, que es la salida de la esclavitud en Egipto del pueblo de Israel.